Maniobras desesperadas de Cristina Kirchner para suspender la interna del PJ
La ex presidenta le hizo una oferta de última hora al gobernador de La Rioja: ir como su candidato a vicepresidente del partido a cambio de bajar su lista.
Quintela rechazó la oferta y todo parece que va a terminar en un pleito en la justicia electoral y con la suspensión de los comicios previstos para el 17 de noviembre.
Cristina Kirchner intentó suspender la interna para elegir autoridades del Partido Justicialista (PJ), en la que ella se candidata al cargo de presidenta, ofreciéndole a su rival, el gobernador Ricardo Quintela, que se baje de la competencia a cambio de integrar junto a ella una lista única, con el rango de vicepresidente. Quintela se negó, confirmaron a Clarín dirigentes aliados a los Kirchner y también al mandatario riojano.
Las versiones de una decena de fuentes consultadas coinciden en que quien transmitió el mensaje de parte de Cristina hacia Quintela fue el actual Auditor General de la Nación y presidente de la Junta Electoral del PJ, Juan Manuel Olmos Olmos, quien negó haber sido el mensajero, pero la oferta existió. La oferta que Quintela pudo rechazar es una muestra de debilidad de Kirchner, que creyó que su postulación a presidenta del PJ no tendría resistencia de parte de los gobernadores o intendentes del peronismo, que antes le respondían de modo total. Ya no. Ni siquiera logró que, más allá de los jefes comunales bonaerenses de la agrupación La Cámpora, ningún otro líder territorial del PJ apoyara públicamente su candidatura a un cargo partidario.
Tampoco creyó que el gobernador Quintela se mantendría firme en su postura de disputarle la presidencia del partido en comicios en los que podría participar más de 3 millones de afiliados. La mayor inquina del exvice es con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que se negó a explicitarle su apoyo. El mandatario bonaerense quedó en medio de la interna de la interna: los Kirchner no le perdonan no solo la falta de definición respecto a esta nueva candidatura de Cristina, sino que empezaron a hacer públicas críticas sobre su gestión y hasta lo acusaron de ser un "traidor".
La oferta a Quintela para que baje su lista y acompañe como vice en boleta única a Kirchner fue la anteúltima operación que intentó concretar la exvice antes de impulsar la impugnación de más de catorce mil avales que sostenían la postulación del gobernador riojano. A pesar de que había pedido públicamente que, aun con supuestas irregularidades, se permita a Quintela competir en la interna del PJ, el viernes por la noche se conoció que finalmente las autoridades del oficialismo partidario informaron a los apoderados de “Federales, un grito de corazón” que no cumplían con las reglas legales para ir a elecciones y elegir autoridades en el Justicialismo.
Mediante una resolución, la Junta Electoral del PJ le dio 24 horas a los representantes de ese espacio para presentar nueva documentación en orden. Eso no pasará. Los apoderados de la lista de Quintela (apoyada de modo explícito o implícito por otros gobernadores del peronismo) no le responderán nada a la Junta Electoral del PJ. Si las actuales autoridades partidarias deciden que la candidatura de Quintela no puede disputarle la interna a Kirchner, entonces harán presentaciones ante la Justicia para impugnar a su vez los comicios en el peronismo.
Primero, apelarán la segura decisión de rechazar la legalidad de la lista de Quintela ante la propia Junta Electoral del PJ. Si no obtienen una solución a su queja, entonces recurrirán el caso al juzgado federal electoral, a cargo de María Servini. En caso de que tampoco se resuelva la situación en esa instancia, se elevará una apelación a la Cámara Electoral. Si en esa instancia tampoco encuentran una respuesta favorable, entonces le pedirán a la Corte Suprema de Justicia que se expida sobre el tema.
Conclusión: las internas para elegir las autoridades del PJ no se realizarán el 17 de noviembre, tal como está previsto en el calendario electoral del propio partido. Eso, salvo sorpresas, que nunca hay que descartar en el peronismo.
Los Kirchner presionaron durante las últimas 24 horas a Quintela y a la dirigencia que lo acompaña en esta aventura con todo tipo de métodos y sugerencias. No tuvieron éxito, pero aún faltan muchas horas más antes de que se oficialice que la lista opositora a los K no está en regla, lo que impediría su participación en una interna partidaria única: el Justicialismo jamás ha ido a elecciones entre afiliados para definir autoridades.
La última y única interna a nivel nacional se disputó el 9 de julio de 1988 para definir quién sería candidato a presidente por el PJ; Carlos Menem venció a Antonio Cafiero. La judicialización por posibles irregularidades en los papeles de uno de los candidatos a presidir el PJ es sorprendente, considerando que la víctima de la imposibilidad de ir a las urnas podría utilizar un argumento acusatorio habitual en el peronismo: denunciar “proscripción”. La segura postergación de la elección en el PJ es, de modo paradójico, lo que tanto Kirchner como Quintela esperaban. Sin embargo, cada uno lo desea por motivos diferentes. Al mismo tiempo, ni ella ni los gobernadores que apoyan al riojano están de acuerdo en cómo se llegará a ese desenlace. Kirchner creyó que si se presentaba como candidata a presidenta del PJ, nadie se animaría a enfrentarla y contaría con un apoyo unánime. No pasó.
Quintela se lanzó a competir en la interna porque fue alentado por varios gobernadores del peronismo que, aunque no han hecho público ese respaldo al riojano, sí aportaron candidatos a su lista y también conocimientos sobre la política interna, entre otras variables. El PJ ortodoxo le está exigiendo a los Kirchner que permitan una especie de renovación del partido, lo que significa un límite al liderazgo absoluto de ella en las decisiones electorales y partidarias, en una ofensiva contra La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, que pelea, siempre apoyada por la madre del jefe, espacios de poder en los municipios.
Quintela personifica la resistencia al avance K en el peronismo tras una derrota electoral en las últimas presidenciales y a la pésima gestión de la coalición justicialista Unión por Todos, ex Unión por la Patria, ex Frente para la Victoria. Ayer, el entorno de Quintela aseguraba que Cristina sufría de "orfandad política", indicando que incluso la ex piquetera de Jujuy, la detenida Milagro Sala, había expresado su apoyo al riojano.
Para ese sector del PJ, la interna debía suspenderse o postergarse por la declinación de Kirchner a imponerse como jefa del PJ, y no por una judicialización de esos comicios, un proceso que tendría costos políticos para todos los sectores. El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, pidió en un comunicado que la elección de las autoridades del PJ se retrase. Argumentó que, frente a la crisis social y económica que acecha al país, la sociedad no toleraría una discusión partidaria que “podría ser interpretada como falta de sensibilidad” ante los múltiples problemas sin resolver por quienes tienen responsabilidad de gestión en la administración pública.
l debe proporcionar un número considerable de empleados. Son solo algunas de las más complejas piezas del rompecabezas que organiza el Estado Nacional cada dos años: una elección nacional es el mayor operativo que moviliza a todo el Gobierno Nacional en épocas de paz. A pesar de que una interna del PJ es una elección interna muchas veces menor que unos comicios generales, los afiliados al partido son más de tres millones de personas.
¿Cuánto costaría la interna si es que finalmente se realiza en algún momento? “Cuatro mil millones de pesos”, responde uno de los apoderados de Quintela, el exlegislador Jorge Yoma, quien sostiene que nada ni nadie hará que su candidato riojano se baje de la pelea por la presidencia del Justicialismo: “Cuando se determine que se haga la interna, vamos a la interna, aunque tengamos que caminar en chancletas”, grafica, fiel a su estilo. El oficialismo partidario, por su parte, afirma que el monto que manejan los apoderados de Quintela respecto al financiamiento de la interna es totalmente exagerado: “Con alrededor de 400 millones de pesos estamos en condiciones de realizar la interna. Y sí es posible llevarla a cabo el 17 de noviembre. Para eso, cada Junta Electoral del PJ de cada provincia tiene que coordinar cómo se realizará el escrutinio en su distrito”, declaró a Clarín un representante K que es autoridad partidaria. Nada de lo enumerado en los párrafos anteriores sucederá. El PJ, salvo una negociación de último momento, no elegirá autoridades el 17 de noviembre. La Justicia, por decisión de los apoderados de una de las listas, deberá resolver lo que la política no pudo solucionar. Costumbres argentinas.